Hace 10 años, el 13 de marzo de 2013, el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, fue elegido Obispo de Roma. Su llegada a la Cátedra de Pedro vino acompañada por un fuerte impulso a la reforma de la Iglesia iniciada por el Concilio Vaticano II. Para el papa Francisco la renovación debe ser integral y solo puede realizarse “en salida misionera”.
Exige prestar atención y comprometerse desde el Evangelio y mancomunadamente con todas las personas de buena voluntad, en la búsqueda de salidas a los graves problemas socioambientales y culturales que amenazan constantemente a la paz y desafían a la humanidad en el presente milenio. Su enseñanza enlaza con la tradición teológica y magisterial de América Latina, particularmente de la V Conferencia General del Episcopado, realizada en Aparecida, Brasil en 2007 y convierte un magisterio episcopal regional en paradigma que permite ahondar en la comprensión de la presencia de la Iglesia en el mundo.