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Lo diverso y la suma: la Red Nacional Altexto

Texto publicado originalmente en el Boletín Tendencia Editorial
de la Editorial Universidad del Rosario

Elba Sánchez Rolón
Editora de la Universidad de Guanajuato
Coordinadora de la Red Nacional Altexto

El origen de las asociaciones editoriales, como todo buen proyecto, radica en el deseo de incidir en algo que amamos. La Red Nacional Altexto de Editoriales Universitarias y Académicas de México tiene 16 años de haberse conformado como red nacional y una década más, por lo menos, de colaboración entre varios de sus miembros. Sus objetivos de difusión, profesionalización, asistencia a ferias del libro y, en general, de visibilidad de la edición universitaria realizada en México encuentran su mejor aliado en su catálogo colectivo, conformado en febrero de 2023 por más de 10 000 títulos y cerca de 12 000 referencias, disponible en altexto.mx

De lo diverso a la convivencia, el catálogo de la Red Altexto se alimenta de la bibliodiversidad de los catálogos de sus asociados; además de estar vinculado al catálogo de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (Eulac), en el que coincide con los acervos de otras asociaciones de editoriales hermanas. Ahí donde lo múltiple se suma hallamos trazos de preocupaciones semejantes, la preeminencia de reflexiones sobre derechos humanos, migraciones, democracia y género, por ejemplo; tanto en el catálogo de Altexto como en el buen destino que han tenido estas referencias con el proyecto de catálogos temáticos “Enlazadas” de Eulac. Por desgracia, son temas que no extrañan en el mundo que habitamos hoy y que, por eso, es necesario difundir como propiciadores de reflexión.

El catálogo de la Red Altexto es el retrato de una travesía común, en el que nuestra bitácora está conformada por las conversaciones entre los diversos títulos que lo componen, al compás de los sentidos de cada sello editorial. Catálogo, libro, colección comparten el ser espacios sin orillas, sitios permeables, objetos revoltosos capaces de circular y gestar otros objetos capaces de circular… en este movimiento, admiten ser como ese “nudo en la red” del que hablaba Michel Foucault, en el cual, más allá de sus márgenes, las obras del pensamiento se buscan y reconocen en otras a partir de sistemas de citas, alusiones, puntos de convergencia. Los catálogos tienen, además, el problema de la necesidad de clasificar, integrar y excluir, conjeturar —como Borges— sobre el orden en que ese pequeño universo debe contener sus partes y cómo estas pueden incidir en otros universos cercanos. Por más técnica y conocimiento editorial que se tenga, siempre hay una fascinación que mueve el encuentro de las semejanzas.

Como editoriales universitarias, sin duda, tenemos en común el compromiso con la investigación y la cultura gestada en nuestras instituciones, así como en otorgar unidad a estas singularidades, a través de colecciones y un catálogo que integre, que tenga una dirección por mostrar, algo que decir. Los retos son cada vez más rápidos en su exigencia de respuesta. Particularmente la pandemia llevó a muchas editoriales universitarias a transformar procesos de edición, difusión y distribución. Me parece que no inventamos nada, solamente aceleramos el paso para aprovechar las ventajas del mundo virtual y hacer nuestros los avances tecnológicos. Todo ello para llegar más lejos, más rápido y sin tener que trasladarnos o trasladar las publicaciones físicamente. Las crisis pueden generar movimiento, como también provocan miradas hacia lo que hemos estado haciendo. Ha sido un punto de inflexión, de recordar principios y reformular estrategias.

Cada vez somos más los que nos sumamos para organizarnos en los estands colectivos de la Red Altexto en ferias dentro de México y ahora también en la Filbo. Nuestro querido catálogo es también cada vez más robusto, todavía no lo suficiente para dar cuenta de la amplia producción editorial universitaria del país, pero sigue creciendo en referencias y visitas. A la par, seguimos reflexionando y haciendo frente a los territorios inestables de las políticas universitarias, culturales y de evaluación científica. Esto es así porque la edición tiende puentes no solo hacia el lector, lo hace hacia muchos otros ámbitos sociales y humanos, en los que la palabra escrita sigue teniendo la fuerza de hacer girar el pensamiento, de alertar, de imaginar otras formas de vida, en síntesis, de generar ciencia y poesía.

Por medio de nuestro catálogo queremos narrar un poco de nuestra historia, encontrar ese otro vínculo que nos hará reconocernos; cuestionar una vez más lo que hemos hecho y las deudas que tenemos con
nuestros proyectos; seguir buscando el sentido en esas rutas transitadas y crear otras que nos lleven más cerca de la necesaria reflexión, de la crítica indispensable, para no olvidar nunca la participación social que tenemos como editores universitarios.

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