La informalidad laboral junto con la desigualdad, la desprotección social y las condiciones de pobreza y vulnerabilidad, se presenta como uno de los problemas estructurales que caracterizan y afectan a los países de América Latina. La pandemia por COVID-19 puso de relieve su persistencia y profundizó su magnitud. Las tendencias adversas de los mercados de trabajo repercuten de manera desproporcionada especialmente en los trabajadores informales y en las mujeres jóvenes.
Esta obra presenta una investigación que analiza las dinámicas vinculadas a los avances o retrocesos del nivel de formalidad laboral en América Latina. Para ello, presenta una caracterización de la informalidad laboral a partir de los datos disponibles sobre el nivel de vida y el empleo en seis países de la región (Ecuador, Venezuela, Nicaragua, México, Perú y Argentina). La variedad geográfica permite, por otra parte, realizar un análisis comparativo que contribuya a reflexionar sobre los retos comunes y a informar el diseño de políticas.