Un estilo de vida disciplinado conduce al orden de los distintos aspectos que constituyen la persona humana, ya que ella puede tomar decisiones concretas para modificar el actuar en su bien personal y comunitario. El término disciplina, tiene varias acepciones. El hombre, siempre ha necesitado regirse por algunos parámetros específicos para obrar en justicia y paz, ya sea en su familia o en su comunidad. A lo largo de la historia, la conducta fue modificándose, teniendo en cuenta sus costumbres, su tradición, su vida social y aún sus propias creencias religiosas. Las reflexiones que aquí se presentan no pretenden agotar el complejo mundo de la disciplina, sino, tomar conciencia de aquellas situaciones que en este momento son más relevantes o que tienen puntos de referencia a las actividades actuales y a los avances socio-económicos, políticos, éticos y tecnológicos del mundo actual globalizado.