Este libro comprende el resultado del trabajo de campo del antropólogo Rafael Medes Júnior, quien convivió con los guaraníes durante quince años. El libro relata el cotidiano vivido actualmente por este pueblo en aldeas ubicadas en dos regiones distintas: el sur de Río de Janeiro (RJ) y el norte del país, específicamente el sudoeste de Pará y el noroeste de Tocantins. El autor también hace una descripción inédita de la saga de un grupo guaraní que en la década de 1930 salió de la frontera entre Paraguay y Brasil en busca de una tierra sin mal, donde se podría vivir plenamente, y que, entre las décadas de 1980 y 1990, se instaló en Pará y Tocantins. La historia da voz a quienes han sido parte de la migración desde sus inicios y a sus descendientes. Analiza, además, las relaciones con los espíritus, los dioses, el tema de la muerte y sus rituales funerarios, las migraciones guiadas por los chamanes, los matrimonios interétnicos y la conversión de una parte de este grupo al cristianismo evangélico pentecostal.