En 1599, el pintor quiteño Andrés Sánchez Gallque trazó una elegante firma de autor en el retrato Francisco de Arobe y sus hijos, Pedro y Domingo. El cuadro viajó a España como un regalo para el rey Felipe III e integró las colecciones reales por dos centurias hasta que, en el siglo XIX, pasó al Museo del Prado. Otros dos siglos después, la firma en el lienzo cautivó a Susan V. Webster, especialista en el arte colonial latinoamericano, quien ha dedicado las dos últimas décadas al estudio del arte quiteño.
Un detalle de la pintura de Sánchez Gallque –que actualmente está en exhibición en el Museo de América, en Madrid– ilustra la portada de Artistas letrados y las lenguas del imperio: pintores y la profesión en el Quito colonial de Susan V. Webster. En este libro, la autora reflexiona sobre la condición de letrados de artistas indígenas como Sánchez Gallque pues tal atributo favoreció que él, y otros como él, lograran poder y prestigio en el Quito de inicios de la Colonia.
La historiadora del arte Carmen Fernández Salvador precisa que en el libro se revela la diversidad de estilos, materiales y técnicas que caracterizaron al arte de la pintura durante las primeras décadas del período colonial. En tanto su autora descubre los nombres y actividad artística de pintores, principalmente indígenas, que han sido olvidados por la historiografía tradicional, la obra aporta con una “nueva versión de la historia del arte colonial quiteño”.
El libro fue publicado por University of Texas Press en 2017 con el título Lettered artists and the language of empire: painters and the profession in early colonial Quito. Editorial FLACSO confió su traducción al español a Álvaro Alemán Salvador.
Un libro en que se aborda el valor simbólico de la materialidad, rico en ilustraciones y con una sección de 35 placas a todo color con pinturas de la época, exigía el soporte tradicional de la página impresa. La publicación ya está en disponible en La Librería de FLACSO. Las personas interesadas podrán retirar sus ejemplares en la universidad, en Quito, o recibirlos dentro y fuera del Ecuador por servicio de mensajería.