A partir de la lectura y reinterpretación de las obras El beso de la mujer araña, de Manuel Puig; El lobo, el bosque y el hombre nuevo, de Senel Paz y Tengo miedo torero, de Pedro Lemebel, este libro propone una mirada hacia la discriminación enraizada en regímenes políticos desde ciertas ideas heteropatriarcales sobre las masculinidades, la exclusión de los individuos que no encajan en el sistema y la represión estatal, así como también hacia los gestos y los afectos como posibilidades de sublevación y subversión en esos contextos violentos. De este modo, se lleva a cabo un análisis en el que la literatura no solo es un lugar donde es posible describir prácticas sociales, sino también un espacio en el que, y desde el cual, es posible resistir. Las narraciones analizadas son formas de práctica crítica y política donde se posibilitan otros mundos, otras relaciones, otros gestos. En los entramados de amistades disidentes de las obras, los personajes son capaces de poner el cuerpo por el otro, de manera que se generan acciones, transformaciones y cambios que nos devuelven al lema feminista de que lo personal es político.
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