“Este es otro libro sobre la violencia”, afirma el autor, especialista en el estudio de las situaciones de represión, arbitrariedad y reclusión que afectan a sectores vulnerables de nuestra sociedad.
En este caso, su enfoque parte de una experiencia personal: la historia de su madre y su largo deterioro por el Alzheimer. Desde allí expone la problemática de la vejez confinada y de las instituciones que la contienen, donde conviven el cuidado con formas de violencia menos explícitas, y por eso naturalizadas.
Desde una mirada sociológica, la experiencia vivida es aprehendida y analizada en el marco de un proceso histórico y de un ámbito social. No se desconocen los programas y las prácticas renovadoras que se realizan desde diversas instituciones, pero se suman propuestas que apelan a imaginar otras estructuras, otras actividades, muchas de ellas ya establecidas en la Declaración de los Derechos de la Ancianidad que consagró la Constitución de 1949.
La lectura de este libro, donde se reúnen la historia personal, el saber académico y la conciencia política, contribuirá seguramente a hacer más visible la problemática de la vejez; y a través del testimonio de filósofos, escritores y pensadores de todas las épocas, a descubrir que existen muchas maneras de imaginarla y de vivirla.
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