La experiencia de la migración, ya sea obligada por circunstancias políticas o económicas, caracteriza no poca producción narrativa de escritores mexicanos y latinoamericanos. En esta investigación se fundamenta, desde la perspectiva hermenéutica, el valor de los textos literarios para comprender la condición humana de los inmigrantes y, por ende, concebir la lectura como un acto educativo al apelar a la interacción ética con las problemáticas humanas.
Hay muchas formas de emigrar, puede haber por ejemplo un conflicto o shock cultural debido al cambio brusco de país, pero puede haber también una migración como asimilación, es decir, de adaptación feliz a las nuevas condiciones. En el primer caso, la migración como exilio, tenemos relatos de Sergio Pitol y de José María Pérez Gay sobre el aspecto negativo de este fenómeno, que describen las dificultades de los mexicanos para adaptarse a un país extraño. En el segundo caso, la migración como asimilación, se trata de historias acerca del cambio de país por razones positivas o de bienestar material, escritas por Alberto Fuguet, Santiago Gamboa y Jorge Franco. Y, por último, la experiencia de la migración como destierro; aquí los conflictos alcanzan su máximo nivel como experiencia trágica en los relatos de Joseph Roth e I. B. Singer, que documentan las grandes migraciones judías.
El análisis y la reflexión sobre la obra de estos autores puede servir para hacer comparaciones fructíferas con los nuevos fenómenos de migración.