El autoabastecimiento petrolero que se logró en el año 1961 en la administración de Arturo Frondizi fue un acontecimiento olvidado de la historia reciente que se revaloriza en la actualidad, medio siglo después, porque reaparecen las causas que lo convirtieron en remedio indispensable para salvar la crisis energética y económica.
Causal que no es otra que la penuria energética que obliga a imputar gran cantidad de los ingresos a la importación de aquello que existe en las entrañas del territorio nacional y que no se extrae por falta de políticas adecuadas y condiciones objetivas para que acudan al país las inversiones indispensables. La similitud de situaciones justifica el esfuerzo, pero no es la única causa, pues también lo es el análisis del proceso que culminó con la sustitución de esa política